En esta histórica ciudad de las Tres Culturas, vamos a dirigir hoy nuestros pasos hacia el barrio templario de Toledo y sus callejones, que se encuentran a un paso del Alcázar de Toledo, por lo que no nos será difícil orientarnos.
Allí descubriremos la iglesia de San Miguel el Alto, rodeada de un halo de misterio en lo que sin duda es un lugar mágico, aunque quizá no lo aparente tanto para quien va buscando otras cosas. No pudimos visitar su interior, se encontraba cerrada y no había ninguna alusión a los horarios de visita; nos pareció un sitio especial con ese algo que no sabes definir, con el silencio flotando en el callejón, sólo interrumpido por la multitud de palomas que se reúnen en los tejados cercanos.
La Iglesia de San Miguel habría servido de capilla de la antigua hospedería que presumiblemente poseían los Templarios en las inmediaciones, posiblemente comunicada a través de su cobertizo. Esta supuesta hospedería templaria fue reconvertida en un restaurante.
La iglesia posee una torre de estilo mudéjar de finales del siglo XIII. La verdad es que como casi todos los monumentos ha sufrido las guerras y destrucciones, y por tanto ha sido cambiada por las reconstrucciones. En la Guerra Civil sufrió un importante saqueo.
A un paso se encuentra la conocida como “Casa del Duende“, entrada a la cueva de San Miguel, y que, cómo no, está envuelta en leyenda. Cuentan que allí vivió una bruja, porque en este barrio no sólo vivían los templarios, sino que como venía siendo usual, se rodeaban de toda una comunidad de interesados en lo oculto, el conocimiento, lo esotérico, la magia o como queramos llamarlo. Pues bien, no se sabe qué harían ahí dentro, pero esta casa (o más bien cueva) sufrió un incendio, que arrasó el edificio.
El Castillo de San Servando, hoy convertido en albergue, también perteneció en su momento a la Orden del Temple. Sirvió como posición estratégica desde la que podían tener el control del puente de Alcántara y el acceso a la ciudad. Se construyó como monasterio y se convirtió en alcázar por estos motivos defensivos. También este castillo ha sufrido lo suyo, y en lo que vemos hoy en día prácticamente no queda nada de lo que fuera el original. De aquí también se cuenta una leyenda sobre el fantasma del Castillo de San Servando, y gracias a ello hay una habitación en el albergue que es más solicitada que las demás. Varias personas han manifestado oír voces y tener dificultad para conciliar el sueño aquí. ¿Será sólo sugestión?
Otra leyenda del castillo, ya que hablamos de caballeros templarios, pertenece al desleal caballero don Nuño Alvear, que en una noche de fuerte viento y lluvia vigilaba el castillo. Don Nuño recibió aquella noche la visita de su propia muerte, quien le requería para el Juicio de Dios por sus pecados de mal templario. Mirando al fuego que ardía en la chimenea del interior del castillo, vio los rostros dolidos de quienes había infligido dolor y muerte y que representaban sus pecados.