Entre las Rutas Mágicas una de las más destacables por su espiritualidad y tradición quizá sea el Camino de Santiago o Ruta Jacobea. Pues bien, los orígenes del Camino de Santiago se remontan a los reyes asturianos, concretamente a Alfonso II El Casto, sucesor de su tío Silo de Asturias, del que hablaremos ampliamente en el futuro.
Nos dirigimos a Oviedo ciudad, en un viaje muy sencillo en el que utilizaremos únicamente el transporte público y nuestros propios pies. Bien, empecemos.
A Alfonso II de Asturias debemos el Camino de Santiago, ya que fue él (o eso nos dicen) quien inició la famosa peregrinación que se mantiene hasta nuestros días tras descubrirse en su época la tumba del Apóstol Santiago en Compostela por parte de un ermitaño. Al viajar con su Corte al lugar del descubrimiento de la famosa tumba, Alfonso II se convirtió en el primer peregrino de la historia; y allí erigió una iglesia. Así nace el Camino Primitivo, que une Oviedo con Santiago de Compostela. Y es que hoy en día tenemos muchas opciones a la hora de realizar la Ruta Jacobea, pero como reza una antigua canción,
Quien va a Santiago y no a El Salvador,
visita al lacayo y olvida al Señor
haciendo alusión a la importancia de visitar la Catedral de San Salvador en Oviedo.
Alfonso II llevó a cabo una gran tarea de construcción de monumentos y templos, y trasladó a Oviedo la capital de Asturias. En la actualidad se conservan la iglesia de San Julián de los Prados (conocida como Santullano) y la iglesia de San Tirso, al lado mismo de la Catedral de Oviedo. Santullano se encuentra un poquito más alejado, pero se puede llegar perfectamente dando un paseo.
El arte prerrománico o arte asturiano se denomina así por la localización en Asturias del conjunto más completo de arquitectura altomedieval de esta época anterior al Románico.
En el monte Naranco tenemos dos preciosos monumentos que no podéis dejar de visitar y que se atribuyen a Ramiro I: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. También aquí se puede llegar andando, pero dado que hay que subir a un monte y no se encuentra muy cerca, os aconsejamos coger el autobús desde el centro o ir en coche.
Santa María del Naranco es esa preciosa imagen que suelen utilizar como carta de presentación de Oviedo, que todos hemos visto ya seguramente. Se trata de una construcción posiblemente civil, aunque no se sabe a ciencia cierta. Lo cierto es que no encaja con los monumentos de tipo litúrgico y se piensa que en principio fue utilizado como palacio, correspondiendo la función religiosa a su vecina San Miguel de Lillo.
Y como rezaba la canción, es cita obligada la Catedral de El Salvador y por supuesto la Cámara Santa contigua a la catedral, en la que se custodian entre otras reliquias la Cruz de la Victoria (símbolo de Asturias), la Cruz de los Ángeles (símbolo de Oviedo) y el Arca Santa que contiene el Santo Sudario además de otras reliquias varias.
A nosotros nos pareció interesante visitar lo primero de todo el Museo de Arqueología de Oviedo, que está prácticamente al lado de la Catedral, actualmente es gratis, y os pondrá un poco en el contexto de toda la historia gracias a su material audiovisual. De todas formas, hablaremos ampliamente de cada monumento, su historia y su localización en cada una de sus fichas.
Sin duda este es un viaje que os recomendamos a todos. Nosotros nos animamos a hacerlo tras leer el libro de Juan García Atienza “La meta secreta de los templarios”, en el que para nada esperábamos tanto protagonismo de Asturias, y en el que intuimos que todo lo que vino después de la mano de los Caballeros Templarios tuvo un origen, que se remonta mucho, quizá mucho tiempo atrás a la época en la que este grupo de monjes guerreros salieron a la luz. Pero esto ya es otra historia, y demasiado extensa…